Ejercicio y corazón: cuestión de intensidad

Ejercicio y corazón: cuestión de intensidadQue el ejercicio es bueno para el corazón es indudable. Frente al sedentarismo y no moverse, cualquier nivel de actividad es positivo. Los resultados de un nuevo estudio nos dan pistas de la relación entre intensidad del ejercicio y salud cardiovascular.

La actividad física es sin duda uno de los pilares del envejecimiento saludable. Ahora sabemos que el ejercicio es una verdadera polipíldora ya que activa la producción de literalmente cientos de sustancias beneficiosas denominadas exerquinas, «La mejor polipíldora: lo que se ha descubierto sobre el ejercicio y el corazón«, Alimente, octubre 2018. El músculo ha dejado de ser simplemente un órgano destinado al movimiento, reconociéndose ahora su actividad endocrina. Artículo publicado en la revista Alimente el 03/04/2023.

Más allá de estos nuevos descubrimientos que explican muchos de los beneficios del ejercicio para la salud, quedan dudas no resueltas. ¿Cuánto más ejercicio, mejor? Sabemos desde finales de los años 80 del siglo pasado que la relación entre volumen y/o intensidad del ejercicio y función inmune tiene forma de “J”. Los que hacen ejercicio habitual de forma moderada tienen mejor función inmune y menor riesgo de infecciones respiratorias que los sedentarios. Pero en el otro extremo de la “J” están aquellos que hacen ejercicio a intensidad alta o con mucha frecuencia y que también tienen mayor riesgo que los moderados. ¿Sucede lo mismo con el ejercicio y el corazón?

Debate abierto.

Sabemos desde hace tiempo que el ejercicio y especialmente el de fondo (como el ciclismo en carretera, maratón y ultramaratón, o el triatlón) produce cambios importantes en el corazón. Para poder bombear más sangre se producen adaptaciones que lo hacen más grande y más capaz de distribuir mayores cantidades de sangre oxigenada a los músculos. Este aumento de la capacidad cardiaca es positivo. Pero también se ha encontrado que los atletas de fondo presentan tras el ejercicio un aumento de unas proteínas llamadas troponinas que señalan el daño cardiaco, estando también elevadas por ejemplo tras un infarto de miocardio.

La presencia de troponinas elevadas llevó a pensar que el daño asociado al ejercicio podría ser peligroso para los atletas. Pero las cifras reales mostraban que estos deportistas tienen por lo general un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y de muerte por infarto o ictus que la población general. De hecho, hay estudios que demuestran que los ex atletas de élite viven más que su población de origen de referencia, «Los deportistas de alta competición viven más«, Gente Sana, agosto 2020.

Además de troponinas elevadas, los atletas de fondo también podrían tener un mayor riesgo de arritmias. Un estudio con una muestra de más de 200.000 esquiadores de fondo en Suecia encontró que aquellos con un mayor rendimiento en esta disciplina, tenían mayor riesgo de fibrilación, «Long-Term Incidence of Atrial Fibrillation and Stroke Among Cross-Country Skiers«, Circulation, septiembre 2019. Pero aun a pesar de ello, aquellos que padecían de esta condición tenían un riesgo un 27% y un 43% menor respectivamente de ictus o de muerte, que la población general con el mismo diagnóstico.

Algo similar sucede con el score cálcico. Esta es una prueba que mide la cantidad de calcio en las arterias coronarias, que se relaciona con el riesgo cardiovascular. A mayor calcificación, mayor riesgo de infarto, «Soy deportista y tengo calcio en las coronarias. ¿Puedo sufrir un infarto?«, Gente Sana, junio 2019. El Estudio Longitudinal del Centro Cooper halló que el tercio de individuos más activo tenía un score cálcico un 11% mayor que el tercio menos activo. Sin embargo, estos atletas con un nivel de actividad física superior a las 35 horas a la semana, no tenía un mayor riesgo de muerte por infarto o por otras causas.

Estos ejemplos muestran como una mayor capacidad cardiorrespiratoria protege del riesgo de infarto, aun a pesar de tener las troponinas elevadas, un mayor score cálcico, o mayor riesgo de arritmia.

Nuevo estudio, nuevas dudas.

El motivo de este artículo no es otro que un nuevo estudio que analiza la relación entre volumen e intensidad del ejercicio y calcificación de las coronarias «Exercise Volume Versus Intensity and the Progression of Coronary Atherosclerosis in Middle-Aged and Older Athletes: Findings From the MARC-2 Study«, Circulation,  enero 2023. El estudio se conoce como MARC-2 (Measuring Athletes’ Risk of Cardiovascular Events 2). Se reclutó a 284 hombres asintomáticos mayores de 45 años que no mostraron ninguna anomalía en su evaluación médica. A estos atletas aficionados se les midió la aterosclerosis coronaria subclínica (score cálcico).

Tras seguir a estos individuos durante una media de 6,3 años, se encontró que la intensidad del ejercicio, pero no el volumen, tenían relación con la calcificación arterial.  El ejercicio vigoroso se asoció con una reducción en la progresión de la aterosclerosis, pero el grupo de individuos que se ejercitaba con la más alta intensidad, mostró un aumento de la calcificación en las coronarias, incluso en aquellos en tratamiento con estatinas.

El interés de este estudio es el haber podido demostrar que, de los dos factores, número de horas de entrenamiento e intensidad, es el segundo el que se asocia con un mayor avance de la aterosclerosis en personas activas. Lo que no está claro son las implicaciones clínicas y si esto realmente se traduce en un mayor riesgo de infarto, ictus o muerte por estas causas.

Por el momento y a pesar de marcadores como la troponina, el score cálcico o el mayor riesgo de arritmia, el ejercicio sigue siendo un factor protector en atletas frente a población general. Solo a muy altas intensidades podría haber un cierto riesgo para algunos individuos. En este sentido el Estudio del Corazón de la Ciudad de Copenhague (CCHS) encontró una relación en forma de “U” entre la mortalidad por cualquier causa y la dosis de ejercicio en corredores. Midiendo el ritmo, duración del entrenamiento y su frecuencia se pudo comprobar que los corredores que entrenaban con mayor intensidad, tenían una mortalidad similar a los sedentarios, mientras que los que ejercitaban con una intensidad suave o moderada, tenían menor mortalidad, «Dose of Jogging and Long-Term Mortality: The Copenhagen City Heart Study«, JACC, febrero 2015

El tiempo y la ciencia seguirán aportando datos sobre la relación entre volumen e intensidad de ejercicio y riesgo cardiovascular. Por el momento todo apunta a que movernos es de lo mejor que podemos hacer por nuestra salud. El ejercicio regular y moderado y un estilo de vida activo son sin duda la mejor polipíldora para nuestro corazón.

Clínica Dr. Durántez para un envejecimiento saludable

Dr Ángel Durántez

Dr Ángel Durántez

El Dr. Ángel Durántez Prados (1963) es el médico pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine −Medicina para el Envejecimiento Saludable− o más recientemente conocida como Medicina de la Longevidad Saludable.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid con la calificación de sobresaliente (1987). Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte (1990). Doctor en Medicina y Cirugía “Cum Laude” por la universidad Autónoma de Madrid (1997). Titulado en Age Management Medicine en Estados Unidos por la CERF (Cenegenics Education and Research Foundation) con 60 créditos AMA (2011). Asistente y ponente invitado en más de 600 jornadas, cursos, congresos y simposios relacionados con sus especialidades. Ha escrito más de 1000 artículos divulgativos y atendido centenas de entrevistas en todo tipo de medios de comunicación. Autor del libro “Joven a los 100, todas las claves para vivir más y mejor” de la Editorial La Esfera de los Libros y de la guía “Jóvenes con Canas” editada por la Fundación Maphre. Además, fue convocado en 2019 para escribir un capítulo del libro “40 años de Constitución, 40 años de Sanidad. Testimonios de sus protagonistas. 1978–2018”, junto con varios ministros y consejeros de sanidad, gestores sanitarios, relevantes investigadores y médicos clínicos.

Ejerce la medicina desde 1988 en el ámbito privado como médico de centros, equipos, federaciones deportivas y como médico de numerosos deportistas de todos los niveles y categorías, desde el deporte salud a deportistas olímpicos. Su carácter emprendedor e innovador le llevó a interesarse por las últimas tendencias en la Medicina Preventiva Proactiva en la que su experiencia en las ciencias del deporte y la actividad física constituye un valor indudable. A partir de 2005 promueve y desarrolla varios proyectos empresariales relacionados con el Medical Fitness −Ejercicio Terapéutico− (socio fundador y director médico del primer gimnasio clínico en España SPE, 2005-2012) y la Medicina para el Envejecimiento Saludable (socio fundador y director médico de la Clínica SPEsalud en El Corte Inglés Castellana de Madrid 2011-2013 y de la Clínica Neolife, 2013-2017). 

En 2017 traslada su actividad profesional a las instalaciones de la prestigiosa Clínica Ruber Internacional en el Paseo de la Habana de Madrid, operando bajo el nombre comercial de Clínica Dr. Durántez, donde atiende a sus pacientes aplicando de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las “Ps”; Preventiva, Proactiva, Participativa, Predictiva, Personalizada y Placentera. Es médico de numerosas personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, el arte, el espectáculo, los medios de comunicación y el deporte. 

En 2024, la Clínica Dr. Durántez es participada por el vehículo inversor Longevity Ecosystem, con el objetivo de crecer en instalaciones, equipo, servicios y prestaciones. Como consecuencia de ello en marzo de 2025 se inaugura la Clínica Neleva de 700 metros cuadrados en la Calle Claudio Coello de Madrid, una de las 10 mejores clínicas a nivel mundial de Longevidad Saludable, donde se continúa y amplia la actividad asistencial previa.

EL Dr. Durántez es vocal de la SEMAL (Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad), ha sido el presidente del comité organizador del XIX Congreso Internacional de esta sociedad en 2021 y ha participado como miembro del de este comité en la organización de todos los congresos posteriores. Es miembro de SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte). Ha sido nombrado en la lista Forbes 2018, 2019 y 2020 de los 100 mejores médicos de España. Fue consejero científico del Ilustrísimo Colegio Oficial de Médicos de Madrid en su especialidad y del Foro Ganasalud de la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.