Ejercicio para prevenir la Osteoporosis, pero ¿vale cualquier tipo?

Hacer ejercicio sea cual sea es mejor para nuestros huesos que no hacerlo y que si ese ejercicio es de impacto mejor.La osteoporosis, es decir, bajos niveles de densidad (DMO) y contenido mineral óseo (CMO), afecta en España a 3,5 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud. La pérdida de DMO es muy frecuente con el envejecimiento, especialmente entre mujeres postmenopáusicas como consecuencia de la disminución de los niveles estrogénicos. La prevalencia en España se sitúa en torno al 22,5% en mujeres y al 6,8% en hombres. Las fracturas son la complicación clínica más importante de la osteoporosis, además de representar un importante coste económico para los sistemas de salud. Artículo publicado en la revista Alimente el 22/10/2019.

En anteriores ocasiones hemos hablado de los múltiples beneficios del ejercicio físico para la salud. Sin embargo, la ciencia nos muestra resultados controvertidos con respecto a sus efectos a nivel óseo. Así, el estudio «Randomised controlled trial of the effectiveness of community group and home-based falls prevention exercise programmes on bone health in older people: the ProAct65+ bone study«, Oxford Academy, julio 2015, incluyó a personas mayores de 65 años divididas aleatoriamente en dos grupos de ejercicio y un grupo control, observó que ninguno de los grupos obtuvo mejoras en la DMO tras los 6 meses de intervención.

Un grupo realizó el trabajo en casa, consistente en tres sesiones de ejercicios de equilibrio y de fuerza para las piernas y, al menos, dos sesiones semanales de 30 min caminando a ritmo moderado, mientras que el otro grupo incluyó, además de las sesiones anteriores, una clase grupal donde se trabajó la estabilidad postural, fortalecimiento de los músculos de las piernas, brazos y tronco, flexibilidad y Tai Chi. En este caso, la falta de beneficios sobre la salud ósea pudo deberse a que estas intervenciones no proporcionaron el suficiente estímulo sobre el hueso y/o que el periodo de 6 meses de intervención no fue lo suficientemente prolongado.

No todos los tipos de ejercicio provocan los mismos efectos

Esta heterogeneidad o controversia en cuanto al efecto del ejercicio físico sobre la salud ósea podría deberse al tipo de ejercicio practicado. No todos los tipos de ejercicio provocan los mismos efectos. En este sentido un estudio clásico publicado en el año 2002 que incluyó a chicas de entre 15 y 18 años de diversas disciplinas deportivas (running, triatlón, natación y ciclismo) y un grupo control, observó que únicamente las corredoras presentaban una mayor DMO en comparación con el grupo control «Bone mineral density in adolescent female athletes: relationship to exercise type and muscle strength«, Ovid, febrero 2002.

Otro estudio más reciente observó que las gimnastas obtenían mayores beneficios sobre su DMO que las corredoras y las nadadoras,»High‐Impact Exercise Promotes Bone Gain in Well‐Trained Female Athletes«, ASBMR, diciembre 2009. En la misma línea el trabajo publicado en la revista Bone el mes pasado, concluyó que independientemente de la disciplina deportiva practicada, las deportistas presentaron mayor DMO y CMO que las mujeres sedentarias del grupo control «Bone mineral density and bone mineral content among female elite athletes«, ELSEVIER, junio 2019.

Además, las que realizaban deportes no acuáticos (fútbol, voleibol y hockey) tuvieron a su vez mayor DMO y CMO que aquellas que realizaban deportes acuáticos. La conclusión final de todos estos estudios es que cuanto mayor sea el impacto de la actividad deportiva, mayor será el efecto beneficioso sobre la densidad y contenido mineral óseo en mujeres jóvenes. Sin embargo, el haber practicado en el pasado una actividad de mayor impacto como correr o de menor impacto como nadar, no implica que llegadas a la menopausia las corredoras vayan a tener mayores beneficios.

Hacer ejercicio sea cual sea es mejor para nuestros huesos que no hacerlo y si ese ejercicio es de impacto mejor.

Así, el artículo «Long-term effect of exercise on bone mineral density and body composition in post-menopausal ex-elite athletes: a retrospective study«, European Journal of Clinical Nutrition, junio 2011, observó que la DMO y el CMO de dos grupos de mujeres postmenopáusicas (54-73 años) ex-deportistas de alto nivel con una dilatada carrera (más de 20 años como profesionales), uno de los cuales estaba formado por corredoras y el otro por nadadoras, fue mayor que las del grupo de mujeres sedentarias de similar edad. Sin embargo, los resultados del estudio mostraron que no hubo diferencias entre las corredoras y las nadadoras. Estos resultados reflejan que hacer ejercicio sea cual sea es mejor para nuestros huesos que no hacerlo y que si ese ejercicio es de impacto mejor, mientras lo hagas.

Hace unos años se pusieron muy de moda las plataformas vibratorias entre cuyos beneficios se publicitaba su efecto beneficioso sobre el hueso. Las vibraciones producidas por estas plataformas suponen un estímulo mecánico para la estructura ósea pudiendo favorecer una respuesta anabólica, aumentando así la DMO del hueso. Para comprobar su efecto 80 mujeres obesas de 50-68 años fueron asignadas a dos grupos, uno realizó ejercicio de fuerza (pesas y máquinas de gimnasio) tres veces a la semana mientras que el otro grupo entrenó en plataforma vibratoria también tres días a la semana. Tras ocho meses de intervención se midió la DMO en distintos puntos corporales.

Sorprendentemente, los dos grupos aumentaron su DMO de forma similar. Pese a que los resultados hallados un estudio con uso de plataformas no fueron diferentes a los encontrados con la realización de entrenamiento de fuerza, los autores concluyeron que las plataformas vibratorias deberían ser tenidas en cuenta en mujeres postmenopáusicas como una herramienta adicional para la mejora de la DMO en el tratamiento o la prevención de la osteoporosis, «Effects of Whole Body Vibration and Resistance Training on Bone Mineral Density and Anthropometry in Obese Postmenopausal Women«, Journal of Osteoporosis, junio 2014.

El ejercicio físico podría reducir el riesgo de fracturas por osteoporosis principalmente a través de un enlentecimiento en la pérdida de DMO y CMO

En resumen, el ejercicio físico podría reducir el riesgo de fracturas osteoporóticas principalmente a través de un enlentecimiento en la pérdida de DMO y CMO o previniendo la fragilidad que está asociada a una alta prevalencia de fracturas post caídas y a un mayor riesgo de mortalidad secundaria a esas fracturas.

La evidencia científica nos muestra que el ejercicio realizado a lo largo de la vida se asocia con una mejor salud ósea y que, por lo tanto, podría ayudar a prevenir la osteoporosis tan frecuente sobre todo en las personas mayores. Además, atendiendo a los diferentes estudios, observamos que para obtener beneficios el impacto y la tensión de los tendones sobre el hueso es determinante. Por ello saltar es mejor que correr, correr que andar, andar que nadar, hacer pesas mejor que montar en bici…, todo ello con sentido común y a ser posible bajo el consejo y supervisión de un profesional.

Clínica Dr. Durántez para un envejecimiento saludable

Dr Ángel Durántez

Dr Ángel Durántez

El Dr. Ángel Durántez Prados (1963) es el médico pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine −Medicina para el Envejecimiento Saludable− o más recientemente conocida como Medicina de la Longevidad Saludable.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid con la calificación de sobresaliente (1987). Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte (1990). Doctor en Medicina y Cirugía “Cum Laude” por la universidad Autónoma de Madrid (1997). Titulado en Age Management Medicine en Estados Unidos por la CERF (Cenegenics Education and Research Foundation) con 60 créditos AMA (2011). Asistente y ponente invitado en más de 600 jornadas, cursos, congresos y simposios relacionados con sus especialidades. Ha escrito más de 1000 artículos divulgativos y atendido centenas de entrevistas en todo tipo de medios de comunicación. Autor del libro “Joven a los 100, todas las claves para vivir más y mejor” de la Editorial La Esfera de los Libros y de la guía “Jóvenes con Canas” editada por la Fundación Maphre. Además, fue convocado en 2019 para escribir un capítulo del libro “40 años de Constitución, 40 años de Sanidad. Testimonios de sus protagonistas. 1978–2018”, junto con varios ministros y consejeros de sanidad, gestores sanitarios, relevantes investigadores y médicos clínicos.

Ejerce la medicina desde 1988 en el ámbito privado como médico de centros, equipos, federaciones deportivas y como médico de numerosos deportistas de todos los niveles y categorías, desde el deporte salud a deportistas olímpicos. Su carácter emprendedor e innovador le llevó a interesarse por las últimas tendencias en la Medicina Preventiva Proactiva en la que su experiencia en las ciencias del deporte y la actividad física constituye un valor indudable. A partir de 2005 promueve y desarrolla varios proyectos empresariales relacionados con el Medical Fitness −Ejercicio Terapéutico− (socio fundador y director médico del primer gimnasio clínico en España SPE, 2005-2012) y la Medicina para el Envejecimiento Saludable (socio fundador y director médico de la Clínica SPEsalud en El Corte Inglés Castellana de Madrid 2011-2013 y de la Clínica Neolife, 2013-2017). 

En 2017 traslada su actividad profesional a las instalaciones de la prestigiosa Clínica Ruber Internacional en el Paseo de la Habana de Madrid, operando bajo el nombre comercial de Clínica Dr. Durántez, donde atiende a sus pacientes aplicando de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las “Ps”; Preventiva, Proactiva, Participativa, Predictiva, Personalizada y Placentera. Es médico de numerosas personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, el arte, el espectáculo, los medios de comunicación y el deporte. 

En 2024, la Clínica Dr. Durántez es participada por el vehículo inversor Longevity Ecosystem, con el objetivo de crecer en instalaciones, equipo, servicios y prestaciones. Como consecuencia de ello en marzo de 2025 se inaugura la Clínica Neleva de 700 metros cuadrados en la Calle Claudio Coello de Madrid, una de las 10 mejores clínicas a nivel mundial de Longevidad Saludable, donde se continúa y amplia la actividad asistencial previa.

EL Dr. Durántez es vocal de la SEMAL (Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad), ha sido el presidente del comité organizador del XIX Congreso Internacional de esta sociedad en 2021 y ha participado como miembro del de este comité en la organización de todos los congresos posteriores. Es miembro de SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte). Ha sido nombrado en la lista Forbes 2018, 2019 y 2020 de los 100 mejores médicos de España. Fue consejero científico del Ilustrísimo Colegio Oficial de Médicos de Madrid en su especialidad y del Foro Ganasalud de la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.